El pinchazo en la bicicleta
Un enemigo inesperado
Don Pablo Lemos es
mecánico de bicicletas en el Barrio la
Rivera en la ciudad de de Cali
El domingo en la
mañana sales con tus amigos en la bicicleta a la ciclo vía o decides salir de la ciudad a un pueblo cercano. Hablas
sobre el trabajo, los hechos de
actualidad o un tema de ciclismo.
Se rueda a buen paso,
no ha llovido en la noche anterior y hace un buen
día. Tu miras el paisaje, te llama la atención el pedalista que lleva
una bicicleta de alta gama y la chica
que viste el uniforme del equipo
ASTANA.
Todo va bien hasta que
empiezas a sentir que la bicicleta anda más lento, notas un ruido, ves que la llanta de adelante está
desinflada y que te mueves porque
el rin
pasa a ser la llanta auxiliar.
Te das cuenta que esa llanta
ha sufrido un pinchazo. En el
argot ciclístico se conoce como crevaison,
palabra francesa para referirse a la perforación que provoca la salida del aire de un neumático.
A los ciclistas de la talla de Esteban Chávez o Rigoberto
Urán ese inoportuno accidente le puede
costar unos cuantos segundos que
van en contra de sus intereses de carrera. A los aficionados nos implica retrasar el recorrido pactado con los compañeros de ruta.
Don Pablo Albero Lemos Moreno es un experimentado mecánico de bicicletas. Lleva 20 años
en este oficio. Don Pablo indica que se debe emplear una paleta de metal para sacar
la llanta, después
se saca el neumático, se pasa por
agua, se detecta en donde hay fuga de
aire, se lima un poco el neumático, se
echa solución alrededor del hueco
y se pone un parche. Luego se acomoda de nuevo el neumático, se coloca la llanta y se
infla de nuevo esta.
A los mecánicos de SKY,
Movistar o IAM les toma diez
segundos. A don Pablo unos diez minutos.
El problema es que si no contamos con su colaboración, se nos puede ir la
mañana haciendo esta reparación y la salida
a montar bicicleta se vuelve un rotundo fracaso.
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