sábado, 29 de octubre de 2016

Talento  bogotano en  ciclismo de Cali


Yesica Yara  es una  joven  bogotana  que cursa último año de  bachillerato en Comfandi El Prado, ha practicado deportes como el patinaje pero en la actualidad quiere seguir los pasos de la  medallista olímpica María Luisa Calle.
Hace  nueve años bajó del altiplano  cundiboyacense y dejó el  frio capitalino para estudiar bachillerato  industrial en Cali y dedicarse a  la actividad deportiva por estos lares; esta chica  no extraña  Bogotá  porque el ajiaco que prepara su abuela permite  conservar ese lazo  familiar con su tierra natal.
Yuri marcela Ramírez ganadora en los  XI Juegos Municipales, en la  prueba a cronómetro,   le vio potencial a  Yara para destacarse en este deporte y se lo comunicó.  La bogotana no tuvo dificultad para  hacer el cambio  de deporte  pues lo incluía en   anteriores rutinas de entrenamiento.
Hoy en día entrena en el Velódromo Alcides Nieto Patiño y  hace recorridos  diarios de 70  kilómetros fuera de  la ciudad cuando  sus compromisos académicos de lo  permiten.
Sus compañeros  admiran la dedicación a este  deporte porque  mientras sus  amigos dedican  el tiempo libre a la diversión nocturna, los paseos o dar rienda suelta a las relaciones sentimentales, ella quiere destacarse en el deporte como Pajón o Ibargüen.
Yesica  sabe que el ciclismo es un deporte de mucha  dedicación pero desea que después de  dejar el colegio prepararse pedalazo a pedalazo   para  triunfar como lo  hacen las máximas figuras del ciclismo  colombiano a  nivel masculino.

sábado, 22 de octubre de 2016

Una película para  entender el ambiente deportivo en el que  pedalea Nairo Quintana
 La Bicicleta De Ghislain Lambert 


Francia   fue cuna del cine gracias a los hermanos Lumiere con su cinematógrafo y en este  país europeo se filmó una de las pocas  películas sobre cine que recoge las experiencias vividas  por quienes han participado en competencias como el  tour del país Galo.
El largometraje se  titula La bicicleta de Ghislain Lambert, es dirigido  por el francés Philippe Harel y cuenta  las vivencias, frustraciones y pocas alegrías de los deportistas que toman una  bicicleta para  tratar de ganar una competencia.
Esta película es un  muy buen referente para entender un deporte donde se mezcla la disciplina deportiva  con la velocidad para pedalear del ciclista mientras se  ve tentado a doparse u obligado a trabajar en pro de  un compañero al que  le han encomendado  la misión de luchar  por ganar la competencia así no tenga  la aptitud para hacerlo.
Con este film  sabremos lo que le cuesta a nuestros ciclistas colombianos  triunfar en Europa.


viernes, 14 de octubre de 2016


 Paseo al sur de Cali




La avenida Cañas Gordas conecta al Municipio de Jamundí con el sur de la ciudad de Cali. De lunes a viernes es  una vía congestionada  por carros, buses  intermunicipales  y servicio de transporte escolar.
Cuando llega  el fin de semana es un sitio ideal para  quienes  trotan  y montan  bicicleta pues el tráfico vehicular brilla por su ausencia. El final del recorrido  puede ser en un centro recreativo, a  orillas del Rio Pance o en un puesto de frutas.
Salir a  hacer deporte  por este sector  del Valle del Cauca puede ser una excusa para  ver el imponente  paisaje de los Farallones de Cali y si está despejada la Cordillera Centras quizás se divise el Nevado del Huila.
La Avenida Cañas Gordas presenta un recorrido con  un grado bajo de  dificultad pues si se sale de la ciudad el ciclista encuentra dos  kilómetros  con una leve  inclinación que  termina al pasar por la universidad ICESI.
Recuerde que correr o montar bicicleta implica someter su cuerpo a  un esfuerzo que  lo obligará a  consumir verduras y frutas en cantidad pues su cuerpo elimina  magnesio  y potasio durante el ejercicio que lo pondrían vulnerable a daños musculares o  fatiga.










domingo, 9 de octubre de 2016

 Imitando a Nivali o Quintana por 18 kilómetros


Los ciclistas de ruta de la ciudad de Cali, toman el  oeste de la  ciudad para dirigirse al  Kilómetro 18 de la  vía que  conduce al puerto marítimo de  Buenaventura. Ese  mismo  recorrido lo  hicieron el penta campeón del tour de  Francia Bernard Hinault y Luis  Herrera, con triunfo del colombiano sobre el  francés en la clásica de una importante emisora colombiana en 1986.
El pasado domingo 21 de agosto decidí hacer ese recorrido por cuarta  oportunidad. Me animé luego de  trotar  9  kilómetros a Dapa para entrevistar a los ciclistas Ramiro Blandón y Andrea Pajoy que  subieron a este corregimiento ubicado en  el  occidente del municipio de  Yumbo.
Para  hacerlo  debía contar con una buena alimentación.  Ese día  me  comí una arepa y tomé un pocillo de agua de panela caliente una  hora antes de salir a  montar  bicicleta.  Compré un banano,  hice jugo de tomate de árbol y  me llevé un termo con agua.
Salí a las 7:34 a.m. de mi casa  ubicada en el barrio La Riviera; tomé la Avenida  Octava para aprovechar un repecho ubicado al frente de un importante  hotel del sector; pasé por la emisora Caracol de Cali y me encontré con otro repecho antes de  pasar por el  ingreso al sector de Normandía. Hasta ahí  llevaba  media  hora de recorrido que  no hacía parte de lo que debía afrontar aun.
Llegué a las ocho de la mañana a la Portada al Mar, en el Barrio Terrón Colorado,  ubicado al Occidente de la ciudad. Aquí  los  escaladores, termino  en ciclismo para  mencionar a  los  pedalistas que  tienen aptitudes para  manejar la  bicicleta en terreno montañoso iniciamos el recorrido pendiente.
Inicie el trayecto pedaleando sentado,  pues no acostumbro a  hacerlo parado cuando afronto  un ascenso;  en ese  mismo  instante  ponía atención a los  buses y carros que  pasaban por esa zona  para evitar algún accidente;  y no podía perder la  oportunidad de  divisar Los Farallones de Cali a mi lado izquierdo.
En el  kilómetro diez  tenía a  mi lado derecho un  inmenso cañón que se  interponía entre la via que  recorría  y una  muralla  montañosa que hace parte de la Cordillera Occidental. A mi espalda se  veía  la  ciudad reducida a un puñado de casas ubicado en un inmenso valle.
Legó el momento  de  beber  jugo de tomate de árbol para no fundirme haciendo este recorrido pues  tenía  ya  minutos de estar pedaleando y  sentía  mi cuerpo sudar. Me  estaba  hidratando  y dirigiendo mi mirada a una  línea diagonal que era  la  ruta a continuar: era la carretera al kilómetro 18 dibujada en las  montañas.
Llegue a la  Vuelta del Cerezo en donde se debe conducir con cuidado debido a que se pasa al lado de esa enorme roca que  obliga a los ciclistas  a   bordearlo con cuidado por  impedir  ver los  vehículos  que  vienen en sentido contrario.

La carretera deja de acompañar ese cañón que se apoyaba a su diestra y gira al lado izquierdo   en  donde los  viajeros  encontramos   El Corregimiento de El Saladito tradicional  por su caserío y las carpas en donde hombres   y mujeres  venden  leche de chivo y otros manjares.
En ese  momento   mi  cuerpo  empieza a agotarse y  considero la posibilidad de   hacer una pausa; decido  hidratarme  más para demorar lo que  en ciclismo se define  como la Pájara: termino  para   referirse a los pedalistas que desfallecen.  Me reconfortó  una  voz de ánimo que salió de un carro  rojo que pasó a mi lado y un pedalista superé en el  trayecto.
Mi mente tomó con calma  el cansancio físico; eso  me   disfrutar  el clima,  el paisaje y la calma  que se siente en medio de árboles y los fragmentos de la ciudad que deja  ver este escenario montañoso.
 No gane una  etapa en Europa o Colombia pero  si  sentí lo duro que es  el ciclismo y lo estimulante  de llegar a la meta.





domingo, 2 de octubre de 2016

Amigos en la bicicleta



Rey Sánchez, María Fernanda Ariza y Ramón Bera  son tres jóvenes que se  unen al grupo de   bici Arte, coordinado por  Diego Ayala, para  pedalear los miércoles en la  noche por algunas calles de  la ciudad de Cali.
Rey y Ramón manifiestan que    rodar  en bicicleta por Cali  es  una opción económica de transporte, se hace deporte y es un medio para desesterarse después de un arduo día de trabajo o estudio.
María Fernanda señala que emplea  la bicicleta ya que  ayuda a no contaminar el aire de la ciudad como lo hacen los  carros que al  movilizarse liberan  monóxido de carbono, hidrocarburos y óxidos de nitrógeno.
Para ella es  benéfico pedalear ya que se levanta el ritmo cardiaco,  se hace  uso de  la masa muscular para  mover la bicicleta y se queman calorías lo que  beneficia especialmente  a personas que tiene un tipo de vida sedentaria.
Los tres amenizan cada pedaleo  en su velocípedo escuchando  música. Ramón viaja relajado oyendo al jamaiquino más  emblemático con ese regué de ritmo cadencioso que  para estas ocasiones hace relajante  montar en  bicicleta.  
La chica  se deleita con la   propuesta musical de Cultura Profética, una agrupación puertorriqueña, nacida en 1998, que mezcla música regué y temas románticos con la  cultura urbana que le sirvió  el año pasado para  salir triunfante en Chile en el Festival de Viña del Mar.
Mientras que  Rey escucha música que cobra vida con la guitarra eléctrica, la batería y boses ensordecedoras de grupos como Queen, The Doors  o Kiss    que  su amiga en tono  burlesco  tilda de chatarra acústica.
Montar bicicleta  es agradable  pero en ocasiones se les vuelve una  experiencia  incómoda ya que van pedaleando y pedaleando  por las calles y los  sorprende un ritmo cansino del velocípedo producto de un pinchazo  en el lugar  donde  no se ve una  bicicletería para reparar la llanta de su bicicleta.
En otras oportunidades  ellos van recorriendo las vías caleñas por su carril derecho y ven como los conductores de  carros van atravesando con su cajas de lata movilizándose a cuatro ruedas en el camino de los ciclistas.
Pero ellos le  ponen música a sus viajes en bicicleta pues prefieren tomarse estos impases por el lado amable, recorriendo  Cali  y haciendo nuevos amigos porque montar en bicicleta es un arte de vivir sanamente y viajar  a donde deseen.



sábado, 1 de octubre de 2016